viernes, 12 de mayo de 2017

LA VISTA DESDE AQUÍ



"Una sociedad presentista como la nuestra, una sociedad de selfie y sin sentido histórico, engendra sus propios monstruos. Es cierto que sociedades altamente civilizadas pueden en poco tiempo caer en la barbarie. Se vio en los años treinta del siglo pasado. Y es curioso que ideas como la eugenesia circulasen entonces, a semejanza de algunos postulados de la tecnonaturaleza que reduce los conflictos de la persona a un tratamiento con analgésicos. El posthumanismo es una tecnoutopía y, como todas las utopías, va a acabar mal. Digo eso y a la vez defiendo las fuerzas positivas en casi cada campo tecnológico, desde la medicina a la nueva agricultura, del big data a la información inagotable que proporciona Internet. El problema es de responsabilidades y de calado moral, porque en Internet uno puede leer el New York Times o entrar en una red de pederastia, del mismo modo que la nueva medicina seguramente acabará con el cáncer, pero también podría formular principios eutanásicos. Al mismo tiempo, somos una sociedad inconexa que quiere goces inmediatos, la desconexión del individualismo sin persona ni comunidad. Nada que no tuviera previsto Tocqueville"

(Peyró, Ignacio: "La vista desde aquí. Una conversación con Valentí Puig", Elba, Barcelona, 2017, pág. 180)




martes, 2 de mayo de 2017


Una nueva entrega del filósofo surcoreano Byung-Chul Han titulada "La expulsión de lo distinto" (Herder). Una vez más ahonda en la sociedad digital, construida sobre la hipercomunicación, dispensadora de una transparencia generalizada y una aparente anulación de toda distancia. 

Aun cuando resultan interesantes sus aportaciones sobre la presencia asfixiante de la autenticidad como una exigencia actual, así como sobre la densidad del ser y del otro como elemento esencial de la comunicación, Han arremete contra lo que llama sobreproducción e hiperconsumo, derivados de la sociedad neoliberal. Estoy empezando a temerme que este es un mito relativamente moderno concebido para mayor gloria de quienes sospechan por sistema de la libre circulación del capital en particular y del libre intercambio en general.

Después de leer a Han, a uno le asalta siempre la misma pregunta: ¿será verdad que hoy nos encontramos sumidos en una tiniebla tan densa y, a la vez, tan difícil de detectar?