jueves, 31 de octubre de 2013

SÓLO UN ROSTRO DESVAÍDO




De muy pocos se puede decir que te conozcan en el pleno sentido de la palabra. Quiere esto decir que, además de ponerte cara, saben de verdad quién eres. Por afuera de este círculo de los íntimos se sitúa el círculo concéntrico de los que apenas te identifican con un rostro y poco más, contando, eso sí, con que el tiempo habrá jugado a favor de que los rasgos se desdibujen, y con ellos, la identidad, en especial para aquellos que algún día dejaron de frecuentarnos. Más afuera aún, como un vertiginoso universo infinito y desconocido, se desparraman los arrabales inmensos de una humanidad que, en el mejor de los casos, sabrá incluirte, anónimo, en ese rebaño confuso que es la humanidad.




1 comentario:

L.N.J. dijo...

Hola Arsenio, te dejo este pequeño enlace de Ouspensky, discípulo de Gurdjieff:

http://dimensionviva.wordpress.com/tag/ouspensky/

Primero deberíamos conocernos bien nosotros mismos. Puede que sea la clave ideal para darnos a los demás.

Después podríamos dejarles claro a la humanidad, quienes somos. En caso de que queramos hacerlo, o no.
Difícil tarea ¿verdad?.