viernes, 1 de febrero de 2013

"SERÍA UNA EXTRAÑA FATALIDAD...





...si la gran revolución por la cual el hombre occidental ha sometido la naturaleza a sus designios, terminara con la pérdida de su propia libertad espiritual. Pero esto podría ocurrir si un creciente control técnico del Estado sobre la vida y el pensamiento de sus miembros coincidiera con una decadencia cualitativa en el nivel de nuestra cultura. Una ideología (...) es muy diferente de una fe (...). Es la obra del hombre, un instrumento por el cual la voluntad política consciente trata de amoldar la tradición social a sus designios. Pero la fe mira más allá del mundo del hombre y sus obras; lleva al hombre a un grado de realidad más alto y más universal que el mundo temporal y finito al que pertenecen el Estado y el orden económico".

[Christopher Dawson, "La religión y el origen de la cultura occidental", Ed. Encuentro, Madrid, 2010; pág. 19]


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