viernes, 1 de junio de 2012

PRONÓSTICO




"Vivir con lucidez una vida sencilla, callada, discreta, entre libros inteligentes, amando a unos pocos seres".
Convendría cincelar en piedra la frase de Nicolás Gómez Dávila y, para mayor solemnidad, colocarla a modo de frontispicio en el templo de nuestra vida. Comprobaríamos resignados los usos del tiempo: el modo que tiene de erosionar las letras, de hacer ilegibles hasta los más nobles propósitos. No obstante, Dávila parece apuntar menos a una intención que a un pronóstico. Sólo el paso del tiempo conseguirá simplificarnos, limar las aristas, dulcificar la árida misantropía con nuestro pobre y selectivo cariño.


2 comentarios:

Cari Colado dijo...

Genial, qué gusto que hayas elegido a Gómez Dávila. Imprescindibles sus "Escolios a un texto ímplicito".Precisos y fulgurantes, ambos -G. Dávila y tú-.El hombre vive entre fragmentos,¿no?

Mayte Llera (Dalianegra) dijo...

Eso en el caso de que exista esa árida misantropía, porque yo de misántropa tengo poco, y quiero no sólo a unos pocos. El amor debe prodigarse entre los seres humanos, si nos amásemos más, mejor irían las cosas y menos guerras y violencia habría. Guardar el amor como un tesoro, para administrárselo sólo a unos pocos, me parece una actitud desde avara hasta egoísta, pero eso es lo que hace la mayor parte de la gente: quieren a los suyos, pero a nadie más.

Respecto a vivir una vida tranquila y sencilla, en eso sí estoy de acuerdo con tan erudito filósofo.

Feliz fin de semana.