jueves, 1 de diciembre de 2011

EN OTRO MUNDO



Vamos a imaginarnos un mundo al revés. Bajo la libre advocación de nuestra imparable creatividad podríamos dar formas dispares y disparatadas a la realidad ya de por sí tozuda. Con la condición de que ahí quede la cosa: aparcado el siniestro artefacto en cualquier oscuro rincón de nuestras meninges. Los hubo que, antes que nosotros, y mucho más inteligentes, dieron suelta al monstruo sin reparar en consecuencias, o buscando entre ellas, a conciencia, las más dañinas. Ahí estuvieron Marx , o Nietzsche. Lo más sustancial de cuanto un día se dejó por escrito, con más o menos primor, precipita hoy hasta dejar un poso altamente satisfactorio, placentero incluso, para lo que parecen ser las más altas aspiraciones de autonomía personal. Así, cada triste fragmento humano hace de vez en vez el pertinente inventario. Confirma, satisfecho, que la razón siempre le asiste, incluso para imaginarse el mejor de los mundos boca abajo.






1 comentario:

Mayte Llera (Dalianegra) dijo...

Bueno, cada uno tiene su particular manera de ver el mundo y lo que es bueno para unos, resulta delirante para otros. Pero, por suerte o por desgracia, el mundo no ha cambiado mucho, apenas las revoluciones que pretendían ponerlo boca abajo, han causado más que someros arañazos en la superfice inquebrantable de esta sociedad nuestra. Y es que ya lo dijera Visconti en su inolvidable "El Gatopardo", en voz de Burt lancaster: "que todo cambie para que todo siga igual".

Estupenda tu forma de transmitir en estos artículos en los que se vislumbra tu poder de reflexión.

Saludos y feliz fin de semana.